REGIONALES
5 de mayo de 2025
Bolívar: evaluación de dosis y fuentes nitrogenadas en trigo

El trigo es la principal especie de invierno cultivada en el partido de Bolívar. El promedio de hectáreas sembradas desde la campaña 2019-2020 a la 2023-2024 fue de 24.671 ha, de las cuales el 24,4% corresponde a campo propio y el 75,6% a superficie arrendada (SISA, 2024)
El trigo es la principal especie de invierno cultivada en el partido de Bolívar. El promedio de hectáreas sembradas desde la campaña 2019-2020 a la 2023-2024 fue de 24.671 ha, de las cuales el 24,4% corresponde a campo propio y el 75,6% a superficie arrendada (SISA, 2024)
La fertilización nitrogenada es la práctica más importante para tener altos rendimientos y calidad de grano en trigo. La necesidad de fertilización surge de la diferencia entre la demanda de nitrógeno (N) del cultivo y el suministro de N por el suelo, ajustando la cifra según las ineficiencias propias del tipo de fertilizante y del método y momento de la aplicación (Melgar, 2016).
Las principales pérdidas de N pueden ser por lavado, volatilización y desnitrificación. La magnitud de estas depende de las condiciones ambientales reinantes durante el ciclo del cultivo. En el mercado la disponibilidad de productos nitrogenados varía entre formulaciones líquidas, sólidas y en algunos casos con el agregado de protectores para evitar las pérdidas por volatilización.
El presente artículo compara distintas fuentes y dosis de N en campañas contrastantes desde el punto de vista del agua útil del suelo al momento de la siembra y las precipitaciones.
MATERIALES Y MÉTODOS
En las campañas 23/24 y 24/25 en el Campo Experimental Don Domingo y Doña María Barnetche de Bolívar (36° 8' 54.35" S; 61° 4' 20.06" O) se realizó un experimento en el cultivo de trigo compuesto por 7 tratamientos: Testigo (sin N suministrado), Urea (N:46), Tiosulfato de Amonio (Solmix) (N:30, S:4,5), Urea tratada con inhibidor de la ureasa (NBPT) (en 2023) y N-Duo [50% Urea (N: 46) y 50% Sulfamo (N:22)] en 2024; todos los productos ajustados a 2 dosis de N: 110-x kg/ha y 220-x kg/ha, siendo x el nitrógeno proveniente de nitratos en suelo entre 0 y 60 cm.
Las aplicaciones se realizaron a la siembra del cultivo en todos los casos; Urea, Urea tratada y N-Duo se aplicaron al voleo y en cobertura total; Tiosulfato de amonio se aplicó chorreado con mochila de CO . En todas las parcelas se aplicaron 30 kg/ha de fósforo (P) como superfosfato triple para que no sea limitante y el azufre (S) se ajustó a 20 kg/ha en todos los tratamientos. La fecha de siembra fue el 28 de junio en ambos años. La variedad utilizada en ambos años fue Baguette 620.
Se realizó un diseño de bloques completamente aleatorizado con 4 repeticiones.
El año 2023 se caracterizó por un bajo contenido de humedad a la siembra y escasas precipitaciones durante el ciclo del cultivo, en tanto que en la campaña 2024 los valores para dichos parámetros fueron considerablemente superiores.
RESULTADOS
Los rendimientos en la campaña 2024 ("húmeda") oscilaron entre 6245 kg/ha y 6943 kg/ha. A igual dosis de N, no existieron diferencias entre fuentes.
Las dosis de 220-x kg/ha de N arrojaron rendimientos superiores al tratamiento de 110-x kg/ha de N para todas las fuentes, aunque no resultaron estadísticamente significativos. En la comparación de la mayor dosis con el testigo, sin aporte de N, las diferencias fueron significativas para todos los fertilizantes evaluados, pero no se expresaron diferencias entre 110-x kg/ha de N y el testigo. En la zona centro-oeste de la provincia de Buenos Aires, los años que combinan buena cantidad de agua acumulada en el perfil con lluvias en primavera, el cultivo de trigo arroja rendimientos elevados. En estos casos, la respuesta al aumento de dosis de N resulta probable. Los 30 días posteriores a la aplicación de los fertilizantes se caracterizaron por temperaturas de suelo por debajo de 10°C, adecuada humedad de suelo y sin lluvias considerables, permitiendo la incorporación de todas las fuentes nitrogenadas. El incremento de los contenidos de proteína y de gluten estuvieron asociados a la dosis mayor de N, independientemente de la fuente utilizada. La dosis de 220 de N presentó incrementos de 1 y 3 puntos porcentuales de proteína y gluten, respectivamente.
En la campaña 2023 ("seca") los rendimientos variaron entre 2282 kg/ ha y 2974 kg/ha. La Urea en las dos dosis consideradas no se diferenció del testigo (Figura 4). Los tratamientos con Urea tratada y Solmix arrojaron rendimientos significativamente mayores al testigo para ambas dosis. La temperatura de suelo durante los 30 días posteriores a la siembra presento valores superiores a los 10 °C, lo que podría haber incrementado el proceso de volatilización en la Urea, no así en Solmix debido a su formulación y tampoco en Urea tratada por la protección que posee. El incremento de los contenidos de proteína y de gluten estuvieron asociados a la dosis más alta N, independientemente de la fuente utilizada. Para la dosis de 110 de N, se incrementaron los contenidos de gluten con respecto al testigo en 3 puntos porcentuales, mientras que la proteína se diferenció del testigo solamente para Urea y Urea tratada.
Las ventajas de la utilización de Urea tratada con inhibidores de la ureasa han sido reportadas en cultivos de verano, principalmente maíz, en donde las temperaturas elevadas, favorecen la volatilización (Barbieri et. al., 2010). En el sudeste bonaerense las pérdidas por volatilización en cultivos de invierno no superaron el 10 % del N aplicado (García et al., 1999). Fontanetto et al. (2001) determinaron en Rafaela pérdidas de 5-7 % para aplicaciones de urea superficial en el mes de junio. En el norte de Buenos Aires, Ferraris et. al. (2019) encontraron diferencias de rendimiento entre fuentes y dosis.
CONSIDERACIONES FINALES
El costo del fertilizante nitrogenado en la implantación del trigo es relevante. Contemplar las predicciones climáticas para seleccionar la fuente de N que minimice las pérdidas podría tener impacto en el rendimiento y el margen bruto del cultivo. Los resultados obtenidos sugieren que, en años húmedos donde los rendimientos son elevados, incrementar la dosis de N resulta más importante que la fuente. En tanto que, en años secos, debieran considerarse ambas variables.
Fuente: La Mañana de Bolívar
COMPARTIR:
Notas Relacionadas
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!