El reacomodamiento de precios ganaderos finalmente llegó, con mejoras visibles en las cotizaciones de invernada y una incipiente suba en las categorías vinculadas al consumo interno.  A partir de esta recomposición de los valores de la hacienda, desde el mercado ganadero de Rosario (Rosgan) plantearon que si bien siguen retrasados, las perspectivas para el mediano y largo plazo son alentadoras. “Configura un buen momento tanto para la compra como para la retención”, señalaron desde la entidad. 

En el caso del ternero de invernada, los precios todavía siguen -a valores Rosgan- por debajo de los promedios de la última década. De acuerdo a la entidad, en noviembre esta categoría cotizó en $2.769 por kilo. En este punto, calcularon que aunque durante 2024 el stock de esta categoría cayó en 800.000 cabezas, el valor de invernada permanece unos 18 puntos porcentuales por debajo de los niveles marcados un año atrás y más de un 30% debajo de los máximos registrados en marzo de 2022.

Por el lado del novillto gordo, calcularon que a pesar de las últimas subas, sigue un 18% del promedio marcado hace un año y un 13% por debajo de los corrientes de los últimos diez años.  En estos días, la relación de precios entre la invernada y el gordo es de 1,35. Esto representa un aumento del 10% en la comparativa interanual.

“La oferta forrajera que hoy disponen los campos sumado a la escasez de terneros, es lo que alienta la demanda de reposición”, consideraron desde la entidad rosarina. En el segmento de cría, el precio de una vaquillona preñada se ubica sobre el millón de pesos. Si este número se ajusta por inflación y se compara con los valores de hace un año, los precios actuales están por debajo en un 19%.

La vaca flaca también sigue por este sendero, porque si bien en los remates cotizan a buen precios, este renglón ganadero presenta una caída en términos reales superior al 25% respecto al mismo período de 2023, de acuerdo al Rosgan. 

Para los productores, el intercambio entre vacas flacas y vaquillonas preñadas en este tramo del año muestra una relación de 2 a 1, por debajo del promedio de 2,3 registrado en los últimos diez años.  “Desde el punto de vista del criador, hoy reponer un vientre joven mediante el refugo de vacas, implicaría destinar 2 vacas flacas por cada vaquillona preñada, relación que en los últimos 10 años ha marcado un promedio de 2,3”, calcularon.

Asimismo, la cuenta también cierra si se analiza el repago de esa inversión en vientres. Si lo medimos tomando la foto actual, el valor de una vaquillona preñada se paga hoy con menos de dos terneros, algo que un año atrás costaba un 12% más.

LAS PERSPECTIVAS PARA 2025

A nivel productivo, el rodeo nacional se recupera de los efectos de la seca, pero aunque se proyecta un buen porcentaje de destetes, el Rosgan advirtió que la pérdida de más de 700.000 vacas en el stock nacional pesará al momento de recuperar terneros.

“A su vez, este año la faena de hembras continuó siendo elevada por lo cual, más allá de la mejora que pueda lograrse en la preñez, la cantidad de vientres en servicios seguirá limitando la extracción de terneros del próximo año”, agregaron.

Estas variables, sin lugar a dudas, tendrán un efecto alcista para los precios en los dos próximos años. En este escenario, una suba del precio del ternero, tarde o temprano se derramará hacia la cría, en una apreciación tanto de los vientres como de los reproductores. 

“Por tanto, con un clima que hasta ahora parece favorecer la producción a cielo abierto, es momento de reponer vientres y retener los terneros por más tiempo en los campos”, aconsejaron desde el Rosgan.

Un dato para tener en cuenta es que si bien el precio del gordo no favorece a  los feedlots, la demanda de novillos pesados y la reducción en la brecha versus las categorías más livianas de machos constituyue otro incentivo de peso para la invernada de base pastoril

“Todo ello de cara a una oferta futura de ganado que se proyecta escasa para una demanda muy sólida, especialmente del lado de la exportación”, concluyeron.

Fuente: delsector.com