Como consecuencia del comunicado emitido por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) sobre las pérdidas ocasionadas como consecuencia de paralizar la obra del Plan Maestro de la Cuenca del Salado, el periodista agropecuario recordó: “Venimos de tres, cuatro campañas donde se expresó mucho más la sequia que el exceso hídrico, se empezó a corregir la sequía con un notable exceso hídrico y esto desnuda las falencias de infraestructura que tiene la Argentina, no solo en el campo sino en todo aspecto”.

Uno de los sectores más afectados de la provincia de Buenos Aires es la Cuenca del Salado que “por el desborde de los arroyos se fueron anegando una enorme cantidad de hectáreas”, sin embargo, estas inundaciones también desnudan “otra cuestión que tiene que ver con la infraestructura: caminos que están intratables, en muchos partidos de la provincia de Buenos Aires es imposible la comunicación, no sólo para ingresar insumos sino para la vida cotidiana de la gente”.

Otro de los temas que el campo sigue de cerca, a la espera de obtener claridad por parte del Gobiernes es la situación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y el DNU con las modificaciones que “aparentemente está cajoneado y tiene que sacarlo a la luz el presidente”. “Se calcula que este martes o miércoles se conocería formalmente. Uno escucha a todos los dirigentes, al sector que tiene la posibilidad de conversar con funcionarios de diferentes áreas que le pueden comentar lo que llegaría a ocurrir, pero diría que en tanto y cuanto no este escrito no podemos saber demasiado”, profundizó Baiocco.

En relación a esto último retomo la entrevista realizada el viernes pasado a José Luis Volando, vicepresidente de la Federación Agraria Argentina: “Ellos tenían información, esto lo tomamos siempre como una declaración de funcionario a dirigentes agropecuarios. En estas charlas que vienen existiendo tratando de buscar una salida a un Instituto que es vital para todo el sector lo que decía Volando es que estaba en carpeta el cierre de los centros regionales lo cual es un impacto muy grande para un instituto que requiere de esos centros para hacer investigaciones”.

Estas modificaciones serían mucho menos graves en el Inti que en el Inta ya que “el Inta perdería la descentralización administrativa, pasaría por una cuestión de costos a recaer sobre el ministerio de economía”. Sin embargo, no hay que perder de vista que se habla desde las potencialidades porque no hay una noticia concreta como para tratar de entender hacia donde va un instituto vital desde la investigación para el campo argentino, inclusive para el sector privado.

Transitando la tercera semana de junio, otro de los temas protagonistas para el sector agropecuario son las retenciones. “Hay mucho movimiento de cierta parte del sector agropecuario, pero sobre todo de los productores de base que tienen cifradas esperanzas como para pensar que por allí puede haber algún volantazo a mitad de camino como para que esta baja temporal que han tenido las retenciones de enero a esta parte persista un poco más en el tiempo sobre todo pensando en los productores que alquilan campos que no le resulta holgado, muchas explotaciones en campos alquilados tienen números en rojos”, explicó el periodista.

En este sentido, “la expectativa es que el gobierno cumpla con los preceptos que enarboló durante la campaña: devolverle al campo la competitividad durante la baja de la cuestión impositiva, entre ello las retenciones”. De no ser así, quienes ya están en alerta son las sociedades rurales del norte de la provincia de Buenos Aires que “están diciendo que si el gobierno ratifica que las retenciones volverán a ser lo que fueron se van a movilizar y generar protestas”.

Esto último podría generar un quiebre político en el sector, podría afectar a la cúpula de la mesa de enlace. Teniendo en cuenta el malestar que se profundiza en la baja de impuestos. “Hoy por hoy la mesa de enlace ha manifestado la necesidad de que por lo menos persistan las alícuotas de retenciones como aparecieron a partir de enero con la baja justamente pensando en los precios de las comodities, de que esa baja no sea circunstancial, sino que a partir del año que viene para muchos productores sea una baja total siempre sin perjudicar la esencia de todo esto que es el equilibrio fiscal”, sintetizó.

Estos acontecimientos, ocurren en nuestro país en un contexto de mucha incertidumbre a partir del conflicto bélico en medio oriente entre Israel e Irán, donde ya se observa alguna implicancia en el incremento del petróleo, esencial para el hombre de campo y lo que puede llegar a ocurrir con el tema fertilizantes, sobre todo porque puede afectar la logística. “Son muchas de las cuestiones donde empieza a jugar la incertidumbre del hombre de campo, que no puede sostener una actividad en tanto y en cuando la presión impositiva sea mucho más fuerte”, apuntó el periodista de Lu32.

Cuando recrudecen este tipo de episodios como el que estamos viviendo en la zona de medio oriente afecta a uno de los productos símbolos para la actividad que es el petróleo, hubo una suba inmediata que es entre el 6 y 8 % el primer día del conflicto. Esto habrá que seguirlo de cerca por como escala porque el petróleo es disparador de otros costos.

Sobre el cierre, apuntó: “El gasoil es un derivado del petróleo, pero también otros productos como los fertilizantes que en buena medida argentina importa de aquella región.  Además, el encarecimiento de la logística por la imprevisibilidad y la inseguridad que tienen los grandes barcos que también atraviesan una zona muy importante del mundo como la que hoy está en conflicto”.