El sector ganadero vinculado al mercado interno atraviesa un cierre de año complejo, marcado por un desfasaje entre los precios de la hacienda y el contexto inflacionario. Aunque hubo atisbos  de recuperación en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) con subas de hasta un 10% en algunas categorías, estos incrementos no se consolidaron, y las perspectivas indican que el año cerrará sin mayores alzas.

Un informe de la Sociedad Rural Argentina (SRA) estimó que los valores de la hacienda y de la carne al consumidor han crecido muy por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Mientras la hacienda aumentó un 41% y la carne al consumidor un 59% entre diciembre de 2023 y octubre de 2024, el IPC subió un 107% en el mismo período. Este retraso en los precios afecta la rentabilidad del sector, con valores de los boivnos -en términos reales- se ubicaron un 18% por debajo del promedio de los últimos 15 años.

La exportación, impulsada por una demanda internacional activa y medidas como la eliminación de retenciones, es un factor positivo, pero no logra contrarrestar los problemas internos. Los consumidores, con un poder adquisitivo debilitado, no pueden absorber mayores aumentos, lo que limita el traslado de costos a los precios minoristas.

Esta situación genera incertidumbre para los productores, quienes enfrentan dificultades para planificar inversiones, según destacaron referentes de la SRA. La disociación entre la evolución de precios y la inflación sigue siendo un desafío crítico para el sector ganadero.

Fuente: delsector.com