CAMPO
4 de enero de 2024
La producción granaria 2023/24 podría generar ingresos por más de U$S 35.000 millones
Con una producción granaria estimada en 137 Mt entre los cultivos y de verano e invierno, el ciclo 2023/24 dejará ingresos estimados en U$S 35.000 millones, la segunda cifra más importante desde el los 140 Mt del ciclo 2018/2019.
Frente a la recuperación de los envíos al exterior de los principales productos del agro y la agroindustria en términos de volumen y, de acuerdo a los precios de exportación proyectados para el próximo ciclo, el aporte del sector en términos de divisas ascendería a US$ 35.800 millones, más de US$ 10.000 millones que el total aportado en la campaña actual.
Entre los principales complejos, el sojero será el principal complejo exportador, con más de US$ 20.000 millones generados por los despachos de granos y derivados (vs. US$ 13.700 millones en la 2022/23), consigna un informe de la BCR.
Se destaca también la fuerte recuperación del maíz, con un aporte de US$ 8.300 millones. El complejo triguero, en tanto, generaría envíos por US$ 2.400 millones, el doble de la marca alcanzada en la última campaña.
La fuerte recuperación de la producción prevista para la nueva campaña permite al agro volver a posicionarse como un aportante de divisas genuinas fundamental para la economía del país.
La exportación de granos y subproductos representaría cerca del 45% del total de los US$ 75.000 millones proyectados para las ventas externas de 2024
En base a estos números de producción se proyecta que el agro realice exportaciones por casi 100 Mt en la 2023/24, un 65% más que el total estimado a exportar en el ciclo 2022/2023.
Asimismo, los cultivos de invierno fueron afectados por factores climáticos negativos desde el comienzo de su ciclo, por la falta de humedad en los suelos a la hora de la siembra, factor que limitó el avance de las coberturas.
Si bien había mucho interés por parte de los productores de llevar a cabo la producción de trigo y de cebada para hacerse de un ingreso a mitad de año, los factores ambientales actuaron como limitantes, y el área sembrada de ambos terminó por debajo de la campaña anterior: 5,4 Mha de trigo y 1,6 Mha de cebada, implicando caídas en términos interanuales del 14 y 12%, respectivamente.
El trigo, se ubicó entonces con una cosecha de 14,5 Mt, volumen que quedó por debajo de lo proyectado inicialmente.
Sin embargo, después del fuerte desliz de la campaña anterior, el crecimiento de la producción de una campaña a la otra se ubica casi en un 25% arriba.
Respecto a la cebada, se estima que la producción pueda alcanzar 4,9 Mt, un aumento de más del 35% comparado con el volumen obtenido en la campaña anterior.
Los cultivos de verano, en tanto, ofrecen una perspectiva es auspiciosa y peso a los pronósticos de clima favorable por el efecto “Niño”, las lluvias se demoraron algo más de lo previsto, pero arribaron y permitieron recomponer buena parte del agua en los perfiles del suelo.
Así, ante las estimaciones de superficie implantada de los principales granos, las primeras proyecciones ubican a la producción de soja en 50 Mt y al maíz en 56 Mt. El girasol se estima en 4,3 Mt y el sorgo en 2,4 Mt, mientras que otros cultivos sumarían otras 4,9 Mt.
Finalmente, para el ciclo comercial 2023/24 se proyectan envíos al exterior de granos cereales y oleaginosos por un total de 63 Mt, con el maíz posicionándose como el principal grano de exportación (40 Mt).
No obstante, se espera una fuerte recuperación en la exportación de los demás granos, con el trigo posicionándose a la cabeza con 9,5 Mt, el triple de lo alcanzado en la 2022/23.
En cuanto al envío al exterior de subproductos y aceites, para la 2023/24 se espera también un aumento en los despachos en términos de toneladas, con casi 30 Mt de exportaciones de subproductos y 6,7 Mt de aceites (un aumento del 45% en ambos casos).
Fuente: Noticias Agropecuarias
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